La importancia de la detección temprana de la hipoacusia

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La capacidad de escuchar es el canal que conecta al ser humano con el lenguaje, la emoción y el entorno. Sin embargo, millones de personas en el mundo (desde recién nacidos hasta adultos mayores) conviven con algún grado de pérdida auditiva, muchas veces sin saberlo. Aquí es donde cobra relevancia la detección temprana de la hipoacusia, una herramienta decisiva para transformar vidas.

Detectar a tiempo esta condición no solo permite aplicar tratamientos adecuados, sino que también previene retrasos en el desarrollo cognitivo, dificultades de comunicación y el aislamiento social. Especialmente en la infancia, el diagnóstico temprano de la hipoacusia puede marcar la diferencia entre un desarrollo pleno y una vida con barreras.Además, el diagnóstico temprano de la hipoacusia no solo facilita la adaptación de audífonos o implantes cocleares, sino que también permite iniciar terapias de lenguaje de manera oportuna, optimizando resultados. En los adultos mayores, identificar la pérdida auditiva a tiempo reduce el riesgo de deterioro mental, depresión y pérdida de calidad de vida.

¿Qué es la hipoacusia y por qué debería preocuparnos?

La hipoacusia, también conocida como pérdida auditiva, es una condición que afecta la capacidad de percibir sonidos, ya sea de manera parcial o total. Puede presentarse en uno o ambos oídos y manifestarse en distintos grados: desde leves dificultades para escuchar sonidos suaves hasta la pérdida completa de la audición.

Esta afección puede surgir en cualquier etapa de la vida, pero su impacto es especialmente severo cuando no se detecta a tiempo.

Existen varios tipos de hipoacusia:

  • Conductiva: causada por problemas en el oído externo o medio que dificultan la transmisión del sonido.
  • Neurosensorial: relacionada con daños en el oído interno o el nervio auditivo.
  • Mixta: combinación de las dos anteriores.

Cada tipo tiene causas y tratamientos distintos, pero todos coinciden en un punto: su detección oportuna es crucial para evitar consecuencias a largo plazo. En este sentido, el diagnóstico temprano de la hipoacusia se convierte en la piedra angular para personalizar estrategias de rehabilitación y minimizar el impacto en la vida diaria.

El poder del diagnóstico temprano de la hipoacusia en niños

Los primeros años de vida son una etapa clave para el desarrollo del lenguaje, la comunicación y las habilidades cognitivas. En este contexto, la detección temprana de la hipoacusia infantil puede marcar una diferencia radical en el futuro de un niño.

En Colombia, el tamizaje auditivo neonatal es una práctica obligatoria desde 2018 gracias a la Resolución 3280 del Ministerio de Salud. Esta medida forma parte de las Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS), y busca garantizar que todos los recién nacidos sean evaluados antes del primer mes de vida.

El diagnóstico temprano de la hipoacusia permite actuar antes de los seis meses de edad, una ventana crítica en la que el cerebro infantil tiene una alta plasticidad para aprender sonidos y significados. Estudios han demostrado que los niños diagnosticados e intervenidos en este periodo desarrollan habilidades lingüísticas comparables a las de sus pares con audición normal.

Los signos de alerta varían según la edad, pero algunos ejemplos incluyen:

  • No sobresaltarse ante sonidos fuertes (0-3 meses).
  • Falta de balbuceo (3-6 meses).
  • No responder a su nombre (6-12 meses).
  • No formar palabras sencillas como «mamá» o «papá» (12-18 meses).
  • No unir dos palabras o gritar para pedir cosas (18-24 meses).

La detección temprana de la hipoacusia no solo mejora el desarrollo del lenguaje, sino que también facilita la integración educativa y fortalece el vínculo familiar, brindando a cada niño la oportunidad de crecer escuchando los sonidos de la vida.

Adultos mayores y hipoacusia: cómo prevenir el deterioro cognitivo

Con la edad, muchas personas experimentan una disminución progresiva en su capacidad auditiva, conocida como presbiacusia. Esta situación, aunque frecuente, no debe normalizarse ni subestimarse. La detección temprana de la hipoacusia en adultos mayores puede prevenir complicaciones serias a nivel emocional y cognitivo.

Cuando un adulto mayor no escucha bien, se reduce su participación en conversaciones, disminuye su interacción social y, en consecuencia, su estimulación cerebral. Todo esto puede acelerar el envejecimiento del cerebro.

El diagnóstico temprano de la hipoacusia en esta población es clave para mejorar su calidad de vida. Identificar y tratar la pérdida auditiva a tiempo ayuda a mantener la autonomía, prevenir la depresión y mejorar la seguridad.

Señales como subir el volumen de la televisión constantemente, pedir que repitan lo que se dice o evitar reuniones sociales pueden ser indicios de hipoacusia. Realizar exámenes auditivos periódicos a partir de los 60 años debería ser una práctica habitual en la medicina preventiva.

¿Cómo se realiza la detección temprana de la hipoacusia?

Gracias a los avances tecnológicos en el campo de la salud auditiva, hoy en día existen múltiples herramientas para realizar la detección temprana de la hipoacusia con alta precisión, desde los primeros días de vida hasta la adultez.

En recién nacidos y lactantes, los métodos más comunes son:

  • Otoemisiones acústicas (OEA): Evalúan la respuesta del oído interno (cóclea) a estímulos sonoros. Es una prueba rápida, no invasiva y muy confiable.
  • Potenciales evocados auditivos del tronco cerebral (PEA o ABR): Miden la actividad eléctrica del nervio auditivo y el cerebro en respuesta al sonido. Son ideales para detectar pérdidas profundas o retrococleares.

En niños mayores, se utilizan pruebas que requieren colaboración activa, como:

  • Audiometría conductual o de juego: Se observa cómo el niño responde a los sonidos mediante acciones lúdicas.
  • Audiometría de tonos puros y logoaudiometría: Evalúan la audición en distintas frecuencias y la comprensión del habla.

En adultos, las pruebas más comunes incluyen:

  • Audiometría de tonos puros y del habla: Miden la capacidad auditiva y la discriminación del lenguaje.
  • Timpanometría: Evalúa la movilidad del tímpano y detecta problemas en el oído medio.
  • Pruebas en línea o por apps móviles: Útiles como primer paso de autodiagnóstico; sin embargo, es fundamental acudir con un especialista en Audición para obtener un diagnóstico clínico adecuado.

El diagnóstico temprano de la hipoacusia depende no solo de la disponibilidad de estos métodos, sino también de la conciencia colectiva sobre su importancia. Por ello, campañas educativas que promuevan el diagnóstico temprano de la hipoacusia son esenciales para derribar mitos y fomentar chequeos periódicos en todas las edades.

Escuchar la vida a tiempo: actúa con Medihumana Colombia

Escuchar no es solo oír sonidos; es entender palabras, compartir emociones, vivir experiencias. La detección temprana de la hipoacusia es la puerta que permite a millones de personas mantener ese vínculo con el mundo y consigo mismas.

Hoy más que nunca, el llamado es claro: no esperes a que la pérdida auditiva se convierta en una barrera. Ya sea en un bebé, un niño, un adulto o una persona mayor, el diagnóstico temprano de la hipoacusia permite actuar con rapidez, brindar soluciones efectivas y transformar por completo el pronóstico de vida.En Medihumana creemos en el poder de la tecnología al servicio de la salud y en el valor de la prevención. Por eso, ofrecemos equipos auditivos de última generación y el respaldo humano necesario para acompañarte en cada etapa del proceso.

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